A Emily siempre le había encantado ser profesora, sobre todo por la oportunidad que le dio de estar en contacto constante con jóvenes que buscaban orientación y estaban deseosos de aprender. Precisamente por eso, nunca imaginó que su trabajo la dejaría a merced de una clase de repetidores que buscaban algo mucho más estimulante que sus clases.
Este cuento está incluido en la colección Acosadas y sometidas.
Nota del autor: Todos los personajes de la historia tienen al menos 18 años.