En este contexto, ¿cómo podemos seguir adelante? Una cosa está clara: en estas condiciones peligrosas es imperativo trabajar juntos. Como avanza Gergen en esta obra clara e inspiradora, una colaboración exitosa exige una transformación radical de nuestra forma de entender las relaciones. Mientras nos aferremos a la idea de que las relaciones están formadas por entidades separadas —personas, comunidades, organizaciones o naciones—, los senderos hacia un futuro caracterizado por el bienestar serán abruptos. Por el contrario, la mirada de Gergen propone invertir esta concepción: los procesos relacionales son los que constituyen las entidades y su carácter, y no a la inversa.
Bajo este nuevo paradigma, el cuidado de las entidades debe sustituirse por el cuidado del proceso relacional. Esta breve introducción a la perspectiva relacional está profusamente ilustrada con prácticas innovadoras en educación, sanidad, desarrollo organizativo, consolidación de la paz y otros ámbitos. Todas resultan muy útiles para mejorar el bienestar, tanto local como global, a través del proceso relacional.