Esta moderna Edición Crítica para Lectores incluye un epílogo iluminador que rastrea las relaciones intelectuales de Voltaire con pensadores y filósofos de la Ilustración (incluyendo a Locke, Diderot, Rousseau y Newton), conteniendo investigación única sobre sus influencias y apegos económicos, una cronología completa de su vida y obras, un glosario de terminología de la Ilustración, y un índice detallado de todos los escritos de Voltaire. Esta traducción profesional única rinde la prosa aguda y satírica de Voltaire en lenguaje moderno para preservar la claridad y el movimiento original del texto. Combinada con el material amplificador académico, esta edición es una exploración innovadora de las obras clásicas de Voltaire y su influencia artística y filosófica perdurable, e influencia en la Teología Protestante-Ateísta moderna.
Publicada por primera vez de forma anónima en 1747, aunque probablemente escrita varios años antes y completada alrededor de 1741, Zadig fue emitida en Ginebra y luego republicada en París. Apareció a raíz de los éxitos teatrales de Voltaire y justo antes de su inmersión más profunda en la escritura histórica y científica. La ambientación exótica de la novela permitió a Voltaire explorar temas controvertidos bajo el velo protector del orientalismo. Reyes babilonios y sacerdotes zoroastrianos son proxies para los monarcas y clérigos de la Francia de Voltaire, y sus caprichos aparecen aún más ridículos por estar presentados en atuendo distante. Esta distancia le dio a Voltaire la libertad para criticar sin represalia inmediata, aunque la obra fue bien entendida por contemporáneos como un ataque a la injusticia social, la crueldad judicial y el despotismo teológico. La combinación de claridad, brevedad y desapego irónico del cuento lo hizo ampliamente leído, y se convirtió en una de las obras cortas más traducidas de Voltaire durante su vida.
A pesar de su brevedad, Zadig actúa como un espejo filosófico para obras más expansivas como Candide, ofreciendo una visión menos fatalista pero igualmente escéptica de la vida. A diferencia de Pangloss, Zadig se adapta, sobrevive y mantiene esperanza – pero lo hace sin abrazar consuelo metafísico. La estructura de la historia, impulsada por inversiones y sorpresas, refleja la aleatoriedad de la vida más que cualquier plan providencial. El estilo de Voltaire es lacónico, evitando la abstracción en favor de una narrativa que hace sus puntos filosóficos a través de la ironía en lugar de la exposición. El mérito literario radica en su precisión: cada giro de frase sirve tanto a una función cómica como filosófica, construyendo hacia una visión de la razón embatallada pero no derrotada. La perdurabilidad de la historia radica en esta ambigüedad: no ofrece una resolución didáctica ni se entrega al nihilismo, sino que mantiene una claridad irónica sobre los límites de la sabiduría en un mundo gobernado por fuerzas impredecibles.