Nada m├бs conocer a Lily Gracen, todo un prodigio en programaci├│n, Caleb Steele supo que iba a saltarse su regla de no acostarse con las clientas. Sin embargo, antes ten├нa que dar con su acosador. Estaba a cargo de la seguridad de Lily, aunque era ella la que tomaba la iniciativa cuando se encerraban en su mansi├│n de Silicon Valley. La cuesti├│n era que, de tanto contenerse, Caleb estaba a punto de perder el control...