Porque si el Todopoderoso no existiera, nada habría existido. Ni cielos, ni Tierra, ni galaxias, ni constelaciones, ni criaturas, ni siquiera un Cielo al que aspirar. Habría sido simplemente un enorme y masivo “vacío”. … Y ni siquiera lo sabríamos, porque no existirían seres humanos con cerebros para concebir la desolación.
Este libro intenta comprender quién es este Ser Supremo, incluso desde nuestra sombría perspectiva. Que tengas bendiciones mientras lees.