Con un vistazo a Layla Laraway, el empresario Ethan Winslow supo que había encontrado a una princesa. Layla era más mujer que cualquera de las que hubiera conocido jamás, y la deseaba como nunca deseó a ninguna de las esculturales mujeres con las que solía salir. De pronto, ese hombre reacio al matrimonio buscó conquistar a Layla y convencerla de que existían los finales felices...