María del Refugio Cortés Santana: "Mary" aguarda la venida cotidiana de su esposo: Carlos "El Puerco Caníbal" una noche envenenada por la canícula mientras es cobijada por un clima enrarecido que la inquieta y excita, el cual, la llevara a desatar sus instintos hasta las últimas de sus consecuencias, aunque muy en el fondo ella nunca tuvo ni haya tenido acceso a algo tan importante como la capacidad de elegir su destino. La única decisión prudente en su vida fue cuidar de sus hijos y ni siquiera puede decir que fue una decisión consciente si no, más bien, algo que nació desde lo más profundo de sus entrañas como todos sus demás vicios. En contrapartida sus hijos, Los gemelos Guadalupe tendrán que ser testigos de la encarnación diabólica de todo ese entorno auto destructivo que por fin se materializo ante ellos, y dentro de ellos.