EUNO Y ESPARTACO - LAS GUERRAS SERVILES

En 73 aC, un grupo de 200 gladiadores de la escuela de Capua, pertenecientes a Léntulo Batiato, planearon una fuga. Cuando se descubrió su plan, unos 70 hombres se armaron con utensilios de cocina (hachuelas y cuchillos) y lograron escapar de la escuela tras una sangrienta lucha.

La suerte quiso que durante la fuga se encontraran casualmente con algunas carretas que transportaban para la escuela material de combate, de esa forma se apoderaron de armas y armaduras de gladiador.

Originalmente los fugitivos eran apenas unos setenta gladiadores, que aumentaron en número hasta transformarse en una horda de ciento veinte mil hombres, mujeres y niños, que se desplazó por toda Italia saqueando, al comienzo impunemente, bajo el mando de varios líderes, incluyendo al gladiador  Espartaco.

Los hombres en edad de combatir constituyeron una fuerza armada sorprendentemente efectiva que demostró repetidas veces su capacidad para luchar contra el ejército romano, desde las patrullas locales de Campania a las milicias romanas y más adelante contra las profesionales legiones bajo mando consular. Plutarco describió las acciones de los esclavos como un intento de escapar de sus amos y huir a través de la Galia Cisalpina, mientras que los historiadores Apiano y Floro, retratan la revuelta como una guerra civil en la que los esclavos hicieron campaña para capturar inclusive la ciudad de Roma.

 Una vez libres, los gladiadores eligieron líderes, seleccionando a dos esclavos galos —Crixo y Enomao— y a Espartaco, cuyo origen aún es desconocido, se dice que era un antiguo auxiliar tracio de la legión romana, condenado a la esclavitud, o tal vez era un prisionero capturado por las legiones en Tracia.​ Sin embargo, hay ciertas dudas sobre la nacionalidad de Espartaco, ya que "tracio" era también un tipo de gladiador romano.

La horda fugitiva consiguió vencer a una pequeña fuerza de tropas enviada desde Capua y se equiparon con el material militar que capturaron, además de sus armas de gladiador.​