La idea de compartir casa habΓa sido de Maggie y, puesto que el doctor Pete Morgan era su paciente, ella era tambiΓ©n la que fijaba las normas. Trataba de convencerlo de que aquel lugar junto al lago lo ayudarΓa a cuidarse, en cuerpo y alma. Y lo cierto era que la terapia parecΓa estar funcionando, excepto en lo que se referΓa a los sueΓ±os que lo invadΓan por las noches...Maggie Holm sabΓa que se habΓa adentrado en territorio prohibido, pues le gustaba demasiado jugar a las casitas con Pete. El problema era que para Γ©l sΓ³lo se trataba de una distracciΓ³n de verano. Y el verano tendrΓa su fin.