Era inexperta y estaba a su merced... A Zane Lorenson no le gustaba que le engaÃąaran. Pero ese caso era diferente. ÂĄZane sentÃa especial debilidad por la impostora! SabÃa que la inocente Abigail estaba atada de pies y manos, asà que decidiÃģ jugar con ella todo lo que le apeteciera. Seducir a su preciosa secretaria quizÃĄs fuera una forma de enseÃąarle una lecciÃģn. Abigail no podÃa permitirse ser la amante de Zane. Pero llevaba aÃąos secretamente enamorada del apuesto multimillonario, y cuando se encontrÃģ atrapada y sin salida, se sintiÃģ incapaz de resistirse a sus encantos....