ÂĢLisandro nos devolviÃŗ a una normalidad. Era el jugador hecho a medida de esa misiÃŗn, el ejercicio de un liderazgo cultural, para establecer el statu quo con sus conferencias de prensa que podrÃan ser prototitpo de charlas TED. Sin el physique du rôle de un star de las ligas europeas, Lisandro volviÃŗ desde lejos sin brazos tatuados, sin botines de colores, sin raros peinados nuevos, sin cera para moldear el cabello, sin gel. Lisandro prefiere rasurarse la cabeza.Âģ