Arnold Bennett escribiΓ³ Enterrado en vida despuΓ©s de su obra mΓ‘s conocida y seria, Cuento de viejas, y siempre la considerΓ³ como su novela mΓ‘s delirantemente divertida. Defensor del realismo (En primer tΓ©rmino, una novela deberΓa parecer verdad. Y no puede parecer verdad si los personajes no parecen reales) y crΓtico con las novelas sensacionalistas decimonΓ³nicas, Enterrado en vida no deja de tener ciertas caracterΓsticas de estas ΓΊltimas (confusiΓ³n de identidades, esposas secretas, romΓ‘nticas heroicidades) como un travieso y satΓrico guiΓ±o al lector avisado. Sin embargo, es la extraordinaria prosa de Bennett la que consigue que cualquier lector olvide el mundo que le rodea y, sin ningΓΊn esfuerzo, se encuentre paseando por el Londres de 1908 con el singular seΓ±or Priam Farll. Bennett convierte un simple paseo por High Street, una conversaciΓ³n con el estanquero, o una merienda en un salΓ³n de tΓ©, en escenas tan nΓtidas y reales, tan coloristas, que lo cotidiano se vuelve extraordinario.