ASHENDEN

Durante la Primera Guerra Mundial, W. Somerset Maugham, ya para entonces un dramaturgo y autor establecido, fue reclutado para ser un agente de inteligencia británico. Estas historias reflejan sus experiencias en tiempos de guerra en la recopilación de inteligencia. Aunque ficticios, lograron retener suficientes elementos auténticos para que Winston Churchill aconsejara a Maugham que su publicación podría ser una violación de la Ley de Secretos Oficiales, lo que resultó en que el autor quemara 14 historias adicionales.

Ambientadas en varios lugares de todo el continente, estas historias restantes de Ashenden son un precursor de las novelas de espías de la jet set de las décadas de 1950 y 1960. Maugham es conocido como un maestro escritor de cuentos cortos y estas historias no son una excepción, combinando ingenio y realismo para crear personajes memorables en un retrato único y altamente crítico del espionaje en tiempos de guerra.

Inicialmente lanzado a una recepción mixta, con una revisión temprana de D. H. Lawrence siendo especialmente mordaz, Ashenden ha sido acreditado como una inspiración para numerosos autores, incluidos John Le Carré, Graham Greene y Raymond Chandler. Este último en particular quedó especialmente impresionado, escribiendo en 1950: "No hay otras grandes historias de espías, ninguna en absoluto. He estado buscando y lo sé".