Como es habitual en los juegos de plataformas, controlas un personaje 2D y avanzas a través de una serie de niveles.
Sin embargo, en Slice el mundo tiene más de dos dimensiones. El personaje puede girar para ver diferentes "porciones" del nivel, lo que le permite encontrar una ruta hacia el objetivo.
El objetivo es evitar obstáculos peligrosos y encontrar el camino a través de cada uno de los 24 niveles 3D.